OPORTUNIDAD
El pasado 31 de enero Iván asumió la responsabilidad de llevar por primera vez a un grupo de personas desde Yaviza hasta Yape. Todo lleno de entusiasmo no vaciló y empezó a ayudar a las personas para que subieran a la piragua.

Manifestó que es nuevo en el negocio de "motorista" , que es como se le conoce a las personas que transitan por el río Chucunaque y Tuira. Además, es el medio de transporte más accesible.

A lo largo de sus viajes trata de mantener el control de su tripulación entre uno y otro comentario.

COMERCIANTE
Pero no todo es andar en motores, pues también él se dedica a la agricultura. Desde hace años ha sembrado plátano, ñame, yuca y demás verduras para venderlas y conseguir el sustento de su casa.

Con tristeza contó que se gana muy poco. "Más es el trabajo que lo que se gana", dijo Iván.

Por eso aconseja a sus amigos para que se vayan a laborar a la ciudad, que es la única forma que consigan un trabajo donde le puedan pagar más y mantener bien a sus familias.

Iván dijo que su gran amor es su hijo Juinton, de cinco años, por quien se levanta todos los días a trabajar.

Durante el recorrido, Iván demostró que le gusta hablar y, sobre todo, trató de mantener la calma para que nadie se preocupara.

EXPERIENCIA
Luego de su primer viaje, Iván está dispuesto a hacer otros más por las aguas de los río Chucunaque y Tuira.