Luis estudió magisterio en la Escuela Normal de Santiago, y mientras trabajaba en la escuela Bello Horizonte del tutelar de menores, en las mañanas, ayudaba a un sastre en las tardes.

Luis contó que estudió magisterio, emigró a la ciudad, trabajó en varias escuelas, mientras aprendía sastrería; después, se jubiló y se dedicó de lleno a esta profesión.

En su trabajo hace pantalones, camisas y arreglos de toda clase de ropa.

Además, por su conocimiento en sastrería, logró conseguir un trabajo como instructor de sastrería en una Escuela Nocturna en La Chorrera, algo que hizo con mucho agrado, porque le dio la oportunidad de enseñar a otros el arte de coser.

"Para mí, la costura es una de las profesiones más bonitas. Puedes darte el lujo de ver a alguien sonreír cuando le haces un buen vestido, eso sí da satisfacción", dijo Luis.

Cada día llega a su "rincón", como le dice, y aunque a veces no llega mucha clientela, siempre sale para el pasaje, pues Luis vive en Burunga, Arraiján.

En cuanto a la lucha constante que se tiene con la vida, Luis dice: "A pesar de que a veces se tiene y a veces no, nunca he dejado de trabajar, jamás he tenido ningún vicio y tampoco he robado. Seguiré trabajando hasta que Dios me lo permita, considero que el trabajo dignifica".

ARREGLOS
Luis arregla pantalones, camisas y hace banderolas. Los costos están al alcance de todos.