Al área se preentaron los bomberos de Penonomé con equipo de rescate. El sargento Arturo Jaén llegó con una grúa y logró sacar al hombre que tenía las piernas destrozadas.

La lucha fue difícil. Durante el salvamento hubo muchas críticas de los espectadores, pues veían sufrir al hombre y botaba mucha sangre.

Escobar se mantuvo consciente en todo momento. Él conversaba, pero no soportaba el dolor, mientras pedía que no le cortaran las piernas.

Rodolfo Arosemena, capitán de los camisas rojas de Penonomé, dijo que demoraron para sacar al herido, porque estaba muy atrapado y era riesgoso cualquier movimiento en falso.