Le gusta coser. Sus manos, en compañía de una máquina de coser, transforman un pedazo de tela en una linda pollera.
Delia Calderón, oriunda de La Arena de Chitré, en Herrera, se dedica a la confección de polleras y montunos en un pequeño local que tiene en Salsipuedes hace 32 años.
Sus 10 años de experiencia en este arte la convierten en una conocedora del vestido típico nacional y cada uno de sus accesorios.
Empezó vendiendo pañuelos, toallitas, peinillas y otros artículos, pero de raíz cambió su rutina para confeccionar polleras.
Hago de todas clases, destacó Delia, polleras de lujo, montunas, basquiñas y montunos. También vende tembleques de escamas y perlas. Acompaña su negocio con la venta de sombreros y hasta cebaderas para que el cliente se lleve todo completo.
Aprendió este oficio tomando cursos de tembleques y de confección de polleras. Sólo le toma tres días para terminarlas.
Sus mejores clientes son los conjuntos típicos y los turistas, quienes prefieren la pollera blanca por ser la más delicada entre las otras.
PRECIOS
La pollera de lujo hecha a máquina con encaje de hilo, para niñas de 5 a 9 años, cuesta unos B. 120 y las de adultos, B. 200 dólares.
Sin embargo, si se le pone encaje de nylon su precio disminuye, para niñas B. 100 y adultos B 150.
La cabeza de tembleques grandes de perla cuesta B. 90 y B.60. La de escamas, entre B. 50 y B. 35.
|