La conducta del padre de los jugadores Jonathan y Daniel King, quien en dos ocasiones provocó un verdadero caos en la final del Campeonato Nacional Juvenil de Baloncesto.
Los jugadores, tanto de Panamá como de Colón, protagonizaban un excelente espectáculo, pero en medio del candente partido algunos se entraron a empujones, situación que ocasionó la detención del mismo cuando sólo transcurrían cuatro minutos de juego.
El señor King saltó de las graderías para agredir al padre de uno de los canasteros colonenses, pero cuando se disponía a hacerlo, al que golpeó en el rostro fue al presidente de la Federación Panameña de Baloncesto, Miguel Sanchíz, quien trató de intervenir.
Ante el incidente, los organizadores decidieron llamar a la Policía Nacional, pero faltando 8.5 segundos de juego, una vez más el señor King se abalanzó a la cancha, esta vez para intimidar e insultar al árbitro.
Los uniformados, que ya habían sido advertidos sobre la actitud vergonzosa del ciudadano, fueron testigos del hecho, pero no hicieron nada y al final de cuenta éste hizo lo que le dio la gana.
Comportamientos como éstos dejan mucho que decir, y más aún cuando se trata de adultos que en vez de predicar con el ejemplo, lo que hacen es todo lo contrario. Imagínense ustedes amigos lectores. ¿Con qué moral podrán reclamar o llamarle la atención en un momento determinado a sus hijos?
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