Al son de la murga, los manifestantes repartieron a todo el que transitaba por el lugar un delicioso plato de sopa de patitas de gallina. Este alboroto no fue impedimento para que dos estudiantes escucharan con mucha atención la clase que le dictaba la profesora, y a la vez tomaran apuntes en un cuaderno de hojas de tallo (plátano). Aseguraron que si los productos siguen subiendo de precio, en muy poco tiempo esos serán los cuadernos que usarán sus hijos. Hoy la acción continuará contra otro menú.