Javier Ruiz, de 14 años, tiene cuatro años de pertenecer a la Asociación Nacional de Scouts de Panamá.
Lo que más le divierte a este jovencito son las jornadas de trabajo en donde aprende a hacer nudos con cuerdas, a ser disciplinado y a trabajar en equipo.
Este chico vive en el corregimiento de El Chorrillo, en Calle 23, y es muy elogiado por sus vecinos, quienes admiran su labor de trabajar por los demás a través de los Scouts. "Aquel que se porte mal aquí es aconductado", dijo Javier.
El adolescente describe a esta asociación como una familia en donde se refuerzan los valores adquiridos desde el hogar, como la responsabilidad, la tolerancia y la disciplina, entre otros. "A la hora de tratar a mi mamá, papá, hermanos y otras personas los empleo", expresó.
Javier estudia en el Primer Ciclo Panamá y este año escolar cursará el tercer año.
Todos los sábados este grupo de jovencitos se reúne para hacer algún tipo de taller o actividad que fortalezca sus conocimientos en la Plaza Catedral, en San Felipe. Emocionado, el adolescente explicó que en los talleres los jefes les enseñan a hacer catapultas, que sirve para lanzar objetos y carpas.
Durante los cuatro años que tiene de participar con los Scouts ha viajado en los distintos campamentos como en Colón, Chiriquí y La Chorrera, en donde ha hecho muchos amigos, con quienes se divierte hasta más no poder.
Javier es un ejemplo para su hermano menor, quien también forma parte de este grupo. Él disfruta de pasar ratos agradables junto al resto de la tropa.
LA META
Javier Ruiz algún día quiere ser un excelente profesional para ayudar a su familia.
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