Han trasladado sus productos a la capital, en busca del sustento diario. Una pareja de capireños, debajo del paso elevado peatonal de Plaza Tocumen, labora a diario rodeada de la belleza de la naturaleza.
Está compuesta por Javier Castro, de 37 años, y Anayansi Rodríguez, de 26, que tienen un puesto de venta de plantas.
Oriundos del pueblo de Limón, en Campana, Capira, hacen el máximo esfuerzo para darles de comer a sus dos hijas de 7 y 1 año.
Cuenta Javier que en su pueblo natal tienen su vivero, donde cultivan las plantas que venden. Ya tienen más de 2 años en el negocio.
Su faena es un poco agotadora. Javier amanece en una hamaca vendiendo, mientras que Anayansi se va a Pedregal, donde se están quedando en casa de unos familiares a cuidar a las dos niñas.
Al día siguiente, en horas de la mañana, Anayansi lo releva y él se va a la casa a descansar un poco, hasta que regresa en la tarde.
Viajan cada quince días a Campana, a buscar plantas frescas para seguir vendiendo. Castro sostuvo que hasta el momento no tiene quejas, pues el negocio ha tenido buena acogida entre los clientes.
Los precios de las plantas van desde un dólar con 50 centavos hasta 7 dólares. Para darle un buen cuidado a la planta, Javier recomienda echarle abono, fumigarla y regarlas con agua en la mañana y la noche.
Aspira ampliar su negocio o tener otra fuente extra de trabajo, algo para lo que ya está trabajando.
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