buscador de noticias    
 
 
SECCIONES
DE INTERES

  sábado 3 de marzo de 2007 enviar por email versión para imprimir
  OPINION
Reportándose

Redacción | DIAaDIA

Una vez, un sacerdote estaba haciendo un recorrido por la iglesia al mediodía. Al pasar por el altar, decidió quedarse cerca para ver quién había venido a rezar. En ese instante, el sacerdote frunció el entrecejo al ver un hombre que estaba sin afeitarse desde hace varios días; vestía una camisa rasgada y tenía el abrigo gastado, cuyos bordes se habían comenzado a deshilachar. El hombre se arrodilló, inclinó la cabeza, luego se levantó y se fue. Siempre el mismo hombre, al mediodía, se arrodillaba brevemente y luego volvía a salir. El sacerdote pensó que se trataba de un ladrón. Cuando el hombre salió, le pregunto: ¿Qué haces aquí?

El hombre dijo que trabajaba cerca y tenía media hora de almuerzo y aprovechaba para rezar. "Sólo me quedo unos instantes, porque la fábrica queda un poco lejos; así que sólo me arrodillo y digo: Señor, sólo vine nuevamente para contarte cuán feliz me haces cuando me liberas de mis pecados... no sé muy bien rezar, pero pienso en Ti todos los días... así que Jesús, éste es Jim reportándose".

Por una semana, Jim estuvo en el hospital. El sacerdote se acercó al lecho de Jim y la enfermera le dijo, mientras Jim escuchaba: -Ningún amigo ha venido a visitarlo, él no tiene adonde recurrir.

Jim dijo con una sonrisa: "Al mediodía, un querido amigo mío viene, se sienta en la cama, me agarra de las manos, se inclina sobre mí y me dice: Sólo vine para decirte, Jim, cuán feliz fui desde que encontré tu amistad y te liberé de tus pecados. Siempre me gusta oír tus plegarias, pienso en ti cada día... así que Jim, éste es Jesús reportándose".

 

OTRAS NOTAS
Efemerides

La frase

Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2007 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados