En una fiesta, llegué a andar fuerte con ella, y el pela'o se dio cuenta, y por eso se dejaron.

Yo me sentía en ese momento caído con esa muchacha, y decidí salir en serio con ella; hasta la llevé a la casa y se la presenté a mis padres. Ellos la aceptaron porque es dulce.

Al poco tiempo, empecé con las perrerías y la comencé a quemar, y me arrancaba, y por eso, y por muchas cosas, discutíamos y aunque me dejaba, siempre regresaba a mi lado. Pensé en aquel momento que no la quería y no me importaba si iba o regresaba.

Hace como tres meses, me volvió a dejar, pero las cosas cambiaron, ya no me buscó y me extrañé. Comencé a preguntar por ella y todos me decían que estaba bien. Un día que fui al cine, la vi a lo lejos con un muchacho e iban a ver otra cinta. Me sentí mal y hasta celoso, y esa noche me pasó lo impensable: lloré en mi casa.

La echo de menos y reconozco que le hice mal. No sé qué hacer.
Pedro Pablo

ESTIMADO PEDRO PABLO:
Uno no sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido, y eso fue lo que te pasó a ti. Creo que a pesar de tu edad, eres un poco caprichoso y quizás lo que te mueve es tu espíritu de cazador, que se siente mal porque le quitaron lo que cree que le pertenecía.

Estudia tus sentimientos, no sea que estés actuando de modo irracional; si de verdad la quieres, búscala, si no, dale la oportunidad de que ella sea feliz con otra persona. Ese pensamiento de que ella es la que te debe buscar cámbialo, ella también se merece que le des esa importancia de sentirse querida y deseada.

Ella es una buena mujer que merece ser feliz. Piénsalo y madura, no sea que por la vida, vivas perdiendo oportunidades de oro con chicas buenas. Suerte y mucha luz.