El tenista oceánico, empeñado en recuperar el protagonismo en el circuito después de apartarse de la competición en el tramo final del último año y de incumplir, en parte, las expectativas en los primeros meses del presente, sufrió para batir al germano, un rocoso atleta marginado de la elite, después de convertir en pasado su mejor momento, cuando hace tres años disputó la final en el Abierto de Australia y cerró el curso entre los diez mejores del mundo.

El equilibrio permaneció durante todo el partido. La consecución del primer set fue en el desempate. Con una respuesta feliz para Hewitt, reaccionó con contundencia Schuettler, que aprovechó el bajón de su rival tras ceder, por primera vez, su saque (6-2). El australiano encarriló el triunfo después de que el germano cediera el servicio en el cuarto juego del tercer parcial.