Allí estaban, uno al lado del otro. Era el momento que estaban esperando por meses para cruzar miradas y, por qué no, para intercambiar algunas palabras con olor a cloroformo.
En la conferencia de prensa, precisamente, en la mesa donde estaban sentados algunos protagonistas de la velada de mañana, era fácil identificar al mexicano Ricardo "Piolo" Castillo, pues tenía una gorra y un suéter con su nombre.
Sólo separado por el podio del presentador de la conferencia, se encontraba el campeón del peso súper gallo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el panameño Celestino "Pelenchín" Caballero.
A diferencia del "Piolo", el panameño pasaba inadvertido, con sus tradicionales lentes oscuros y un suéter que tenía estampada una de las batallas del panameño Roberto "Mano de Piedra" Durán contra el norteamericano Sugar Ray Leonard.
A simple vista, se percibía que ambos gladiadores tenían ansias de tomar la palabra. Se percibía un fuerte cruce de palabras..., un primer asalto que prometía ser candela pura.
¡EXPLOSION!
Ya era hora de escuchar a los protagonistas principales de la cartilla de mañana y así lo hizo saber el maestro de ceremonia.
El primero que tomó la palabra fue el "Piolo" por orden del presentador. Y es que siempre se estila que sea el retador a la corona, el primero que descargue todo su veneno.
"Le doy las gracias a Celestino Caballero por darme esta oportunidad. Pero aprovecho para decirle que el título se va para México", dijo ayer Castillo, en un tono fuerte.
"Considero que Celestino es un gran peleador, pero estoy seguro que el viernes (mañana) dejará de ser campeón del mundo", agregó.
"Gracias a Dios por darme un día más de vida y por tener un digno rival como lo es Ricardo Castillo. Pero quiero decirle a Castillo que me costó mucho conquistar mi título en Tailandia. Cosa que pocos mexicanos han hecho. Ojalá que estés bien preparado, porque vas a saber quién es 'Pelenchín', si no, tómate un segundo y llama a tu compatriota Daniel Ponce De León", dijo Caballero, mientras que el "Piolo" expresaba una sonrisa de mucha preocupación.
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