Ayer, una lectora llamó para denunciar al conductor de una de esas mulas que transitaba por la autopista. Iba rebasando a cuanto auto se le pusiera por delante y, de pronto, no le hizo el menor caso a los conos que anunciaban que trabajadores del MOP realizaban trabajos de limpieza de la calzada. Ni corto ni perezoso, se echó a un lado, sin importarle que el resto de los autos transitaban por el carril derecho. Cuando provocan las desgracias, entonces se hacen las víctimas.