Con gritos de fraude, fraude, fraude, el público regiomontano dijo adiós al cantante español Julio Iglesias, en su Gira de Despedida, luego de que su concierto apenas duró una hora y 10 minutos.

Hasta últimos informes, todo se debió a una indisposición del cantante.

La actuación, muy esperada y con entradas que llegaron a costar 150 dólares, indignó a un sector del público, que planea presentar una queja por violación de los derechos del consumidor, luego de que el espectáculo fue recortado.

"Se me hace increíble que Julio no hubiera tenido ni el aplomo de decir me voy, con permiso, me siento mal", dijo molesto un fanático que sólo se identificó por su apellido, Pérez.

El concierto estaba programado para que durara dos horas; pero, finalmente, sólo se ofreció durante una hora y diez minutos, tiempo tras el cual fue suspendido. ¡Qué feo!