Las expectativas eran grandes de verdad, porque, señores, era una fiesta de gente adinerada, pero también el pueblo podía asistir. Claro, con la tarjetita.

La entrada de la Finca San Isidro, en Pesé, estaba rodeada de guardias de seguridad para evitar a los famosos paracaídas. Bueno, también por la seguridad de los cocotudos.

Señores, es que a la celebración asistirían grandes personalidades. Con decirles que llegaron dos buses con gente del extranjero y algunos eran importadores de Chile, Costa Rica, Estados Unidos, entre otros países.

El escenario era una mezcla entre lo típico y el "caché" del Club Unión. Imagínense que en las mesas estaban cubiertas con manteles tejidos, un toque muy peculiar.

Al mirar a las personalidades, era difícil saber quién era quién, porque todos se parecían. Ojos azules, verdes, cabellos rubios, vestidos con camisas y pantalones tipo Polo, Lacoste y algunos que otros ensacados, tal vez hasta de Giorgio Armani. ¡Joo!

Pero, como dicen los mismos familiares, la Compañía Varela Hnos. S.A. "es gente" y por ello invitaron a gente del patio, del mundo típico, como Mirta Rodríguez, Chilito Higuera, Kendall Royo y también a todo su personal. Incluso se hizo un homenaje a empleados con más de 35 años allí.

Uno de los primeros actos fue la develación del Busto del señor José Varela, fundador de la compañía en 1908 y quien tenía entre sus principios cuidar el bienestar laboral del pueblo de Pesé, ya que él se consideraba campesino igual que ellos.

Luego, siguieron los discursos y la entrega de placas, entre ellas, al señor Chichi Varela, quien es el que tiene la fórmula más cachimbona del guaro.. ¡Joo a quién se la dará!

Bueno, mientras todo transcurría, encontrabas a personas como Pedrito Altamiranda. Sí, ¿saben por qué? Este señor fue el que hizo el comercial de la celebración, que por cierto no nos quisieron decir cuánto cobró. Ah... pero sí conocemos que el busto costó alrededor de 25 mil dólares. ¡Platita!

También encontramos a Gary Saavedra, campeón nacional de surf, y al ganador de un Grammy, Emilio Regueira. Conversamos con Emilio y nos contó que está en Panamá por Semana Santa, por el Music Fest y en la fiesta porque siempre Varela los ha tomado en cuenta para sus promociones. ¡Buena esa!

La comida fue excelente. Ceviche, de entrada, moles, tortilla y tasajo. A la hora de la comida había más de seis puntos para ir a retirarla. En ellos había tamales, plátano en tentación, arroz verde, lechón asado y una carne que no sabíamos qué era, ¡ja, ja! pero lo cierto es que estaba buenísima...

El guaro, por supuesto, no faltó, pues hubo para tirar para el aire y los postres ni se diga. La sopa borracha estaba más que borracha, joo... sí tenía licor.

A la hora del espectáculo, sólo hubo presentaciones de la Compañía Nacional de Danzas Folclóricas de Panamá, con más de 30 bailarines. También estaban Celso Quintero y su conjunto de violín. Y para terminar, el plato fuerte, "El Escorpión de Paritilla", Osvaldo Ayala, quien puso a toda la "people" a bailar.

Si hay alguien que trató muy bien a la gente y le ofreció en todo momento una sonrisa fue Lorena Castillo. Mostró su don de gente. ¡Aplausos para ella!

Y si me preguntan cuál fue la peor vestidita, sólo les digo que fue una que llevaba jeans con una correa chocolate y zapatitos negros, que no le combinaban para nada, y es una figura del género típico. ¡Ay madre! Por lo demás, tremendos 100 años. ¡Fue una fiesta familiar donde no se habló de política!