¿Todos tenemos derecho a opinar? Con esta pregunta amanecieron muchos panameños ante las declaraciones hechas por el jurista Jorge Fábrega, en las que insta a monseñor José Dimas Cedeño a que respete el orden constitucional.
La opinión vertida por Fábrega nace del pronunciamiento de Cedeño con respecto a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia. "Por amor a la patria, renuncien", pidió el presbítero.
El constitucionalista dijo que la historia enseña que la intervención abierta de un prelado de la Iglesia en la política ha tenido consecuencias nefastas para la estabilidad social y el sistema democrático y ha generado odios e intolerancia religiosa.
El sacerdote Conrado Sanjur, quien ha luchado por diferentes causas, entre ellas el tema de los desaparecidos y por la defensa de la seguridad social, rebatió estas declaraciones.
Sanjur opinó que los temas sociales, sobre todo los referentes a la justicia y su contraparte, la corrupción, son de competencia de todos los ciudadanos sin importar el área en que se desenvuelvan.
Sentenció que en el Evangelio existe un punto muy importante como es el de la justicia, por lo que a nivel de la Iglesia sí existe el derecho a opinar. Mientras tanto, hay quienes aprovechan el acercamiento de la Semana Mayor para meditar en las bienaventuranzas plasmadas en Mateo 5: 20, en la que se dice: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque serán saciados".
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