Un árabe que ha trabajado durante 10 años como "topo", en cárceles israelíes, demandó a los servicios secretos, tras ser despedido sin recibir ningún tipo de finiquito.
Según las declaraciones de su abogado, el demandante exige 250, 000 shékels (más de B/. 53, 000 - 44, 000 euros) en compensación.
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