Desde el primer campanazo, ambos gladiadores salieron a intercambiar metrallas. El combate parecía un tanto parejo hasta el décimo round, pero dos episodios más tarde cambiaron las cosas.

Paret comenzó a lucir mal, retrocedió hasta las cuerdas y dando un traspié se le enredó uno de los brazos con la cuerda, cosa que aprovechó Griffith para golpearlo sin cesar, hasta que después de siete segundos de castigo intervino el árbitro Ruby Goldstein.

Paret fue llevado al hospital, y el 3 de abril de 1962, sin haber recuperado su conocimiento, murió.