Tres veces por semana, una humilde madre de familia traslada desde el Entradero de San Juan de Dios de Antón, en hamaca, a sus dos hijos para abordar un transporte que los lleve al hospital Santo Tomás, donde deben recibir tratamiento de hemodiálisis.
Vivir en la pobreza es triste, más si a esto se suma una enfermedad que día a día acaba con su vida. Este es el caso de los hermanos Rodríguez, dos mellos que, desde hace siete años, padecen de insuficiencia renal crónica.
Carlos Manuel Rodríguez es quien está en peor situación, según su madre, está desnutrido, su alimentación es casi nula por falta de recursos económicos, además el viaje que realizan para ir a la terapia lo cansa.
Este joven le solicita al Ministro de Vivienda que le adecue aunque sea un cuarto en su residencia para que puedan realizarse la diálisis peritoneal y no tener que seguir viajando, pues sus padres no tienen recursos económicos para costear los gastos.
Juan Carlos Rodríguez, el otro hermano, aseguró que ya las venas se han cerrado y es complicado realizarse la diálisis, solo espera que le acondicionen el cuarto.
María Nieves González espera recibir ayuda pronto, cuenta que, aunque el MIDES la visitó, aún no ha obtenido respuestas del MIVI para la adecuación del cuarto.
Dilia Cornejo, directora del MIDES en Coclé, dijo que ellos ya han realizado evaluaciones de este caso y están conscientes de la dura situación en la que viven, por ello se remitió el informe al Ministerio de Vivienda para que se le brinde el apoyo necesario a esta familia.
Estos jóvenes, de 22 años, necesitan con urgencia un cuarto adecuado para realizarse el tratamiento.
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