A su corta edad sacrifica su tiempo libre para trabajar, vendiendo algunos artículos y de esa manera ayudar a su madre con la comida y otras necesidades en el hogar.

Todos los educadores conocen las serias dificultades que atraviesa Jesús y sus cinco hermanitos, sin embargo, sus calificaciones son buenas, además tiene interés de progresar, aunque muchas veces en clases se le ve triste, producto del agotamiento por los quehaceres que también realiza en casa para apoyar a su madre Elizabeth Rivas.

Jesús confesó que va a estudiar mucho para ser un buen abogado o un ingeniero agrónomo y de esa manera poder ayudar a su mamá y a su padrastro, pues en su casa atraviesan por una crisis económica.

Por su parte, María Eugenia Alvarado, directora de la escuela de San Martín de Porres, admitió que muchas veces se le encuentra trabajando en la calle vendiendo rosarios, chocolates, figuritas y otros artículos.

De acuerdo a la educadora Alvarado, a pesar de todas las dificultades de este niño, guarda un excelente comportamiento, es muy educado y amistoso con sus maestros.

Este niño necesita el mayor apoyo para que pueda ser un profesional, tal como él lo desea, pero la crisis económica de sus padres, hacen que el camino sea más difícil para continuar.

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