Anne Hathaway realizó su debut como actriz en 1999, cuando participó en la serie de televisión Asuntos de familia, pero su primer papel determinante vino de la mano de Disney, con la comedia juvenil Princesa por sorpresa (2001). Durante los tres siguientes años siguió trabajando para Disney en películas como Hechizada y la secuela de Princesa por sorpresa, Princesa por sorpresa 2 (ambas de 2004), en las que tuvo el papel de protagonista.

Sin embargo, su madurez cinematográfica llegó en 2005, cuando Anne tomó un mayor control creativo de su carrera y decidió participar en sus primeras películas para adultos, Caos y Brokeback Mountain: en terreno vedado.

Su crecimiento artístico se consolidó en 2006, con El diablo viste de Prada, donde tuvo la oportunidad de compartir cartel con la consagrada actriz estadounidense Meryl Streep, demostrando que estaba a la altura de las grandes actrices cinematográficas. Este último filme consolidó su reconocimiento mediático y profesional y la catapultó como una de las actrices más prometedoras de Hollywood.