Todo empezó como un duelo de lanzadores entre el abridor santeño Rolando Herrera y el zurdo Ramón Ramírez, durante seis entradas y media, quienes no le dieron libertades a los bateadores, hasta que la tropa herrerana estalló fabricando las seis carreras en el llamado "Lucky Seven".

La rebelión la inició Luis Iglesias con imparable al jardín izquierdo, seguidamente César Quintero pegó doblete que bañó en claro al jardinero izquierdo, para que saltara del montículo Herrera, viniendo como salvador Roberto "Flaco Bala" Hernández, el cual aceptó un "fly" de sacrificio de Giancarlo Alonso, que trajo a Luis Iglesias desde la tercera base.

Con un out, Víctor Almengor sonó incogible; luego Bonarge De León devuelve la bola de hit para traer la segunda carrera en las piernas de César Quintero. Vicente Garibaldo también disparó cañonazo en la tierra de nadie, para hacer saltar a "Flaco Bala" que dejó las bases llenas; en su rescate trajeron a Braulio Mosquera, quien golpeó a Gertrudis Tello, que remolcó a Almengor con la tercera carrera.

La estocada final la dio Héctor Ávila, que con un doble limpió las almohadillas, trayendo tres carreras más a la registradora, culminando así un largo episodio donde desfilaron 10 bateadores herreranos.

Con la ventaja de dos juegos a cero, hoy hay descanso en la final y se reanuda mañana en el estadio Olmedo Solé de Las Tablas.