Dolor. Cientos de panameños llegaron a la Basílica Don Bosco para caminar el vía crucis, ritual que realizan los católicos para conmemorar los catorce pasajes bíblicos que recorrió Jesús Nazareno, desde el Huerto de los Olivos hasta el monte del Gólgota, donde fue crucificado.
Antes de iniciarse el vía crucis, el padre hizo un alto y dedicó este evento a todo el pueblo panameño, con la esperanza de que cese la violencia en Panamá.
Con una manta blanca sale Jesús, interpretado por Miguel González, y comienza el camino.
En el fondo, se escuchaba la historia de cada una de las estaciones y en cada intermedio, el sacerdote hacía un llamado al respeto, a la reflexión, al amor, al perdón, a la compasión y a la fe.
Durante el recorrido, algunos católicos se metieron de lleno en la obra, tanto, que no soportaban ver cómo golpeaban a Jesús y se molestaban con los soldados, incluso, algunos los ofendían en voz baja.
"No soporto ver", decía una niña de unos 11 años a su madre. Sus ojos llorosos, se cerraban y con fuerza abrazaba a su mamá.
Y mientras esto sucedía, el cielo nublado y el viento acompañaban a los presentes en este difícil recorrido, y hacían que la representación fuera más real.
A lo largo del camino, los niños, niñas y adultos, miraban con gran atención el sufrimiento del Hijo de Dios.
El vía crucis se inició en la iglesia, recorrió parte de avenida Perú, subiendo por la Procuraduría General de la Nación, y finalizó en los estacionamientos de la Basílica.
OBJETIVO
Cada Viernes Santo, se realiza el vía crucis con el fin de reavivar en la mente y en el corazón, la contemplación de los momentos supremos de la entrega de Cristo por nuestra Redención.
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