Es normal porque estos nos facilitan la vida, entretienen, comunican, pero también muchas veces trastornan nuestras relaciones interpersonales.

Día tras día se hacen más comunes las quejas en cuanto a la falta de atención que se presta a un interlocutor.

Hablaba hace unos días con unas damas, a las cuales quiero demasiado, y me llamó la atención que ellas decían que, gracias a que yo no tenía mi BlackBerry en ese momento, estábamos llevando una conversación amena, o sea, que para ellas mi BB es una distracción o más bien el centro de toda mi atención-

Este planteamiento creó en mi mente un sinnúmero de preguntas:

1. ¿Sustituyeron los BlackBerry las normas más elementales de la cortesía, como escuchar a los demás?

2. ¿Somos adictos a nuestros teléfonos inteligentes?

3. ¿Qué pasa cuando nuestra adicción se traslada a un escenario académico, laboral o espiritual, inclusive?

En mi corta experiencia puedo decir que muchas veces somos más adictos de lo que pensamos, también puedo decir que sin darnos cuenta hemos olvidado esas elementales normas de cortesía.

Hablé con algunos expertos y llegué a la conclusión que más panameños de los que pensamos padecen "telefonitis", que no es más que un impulso que no se puede controlar de usar el teléfono una y otra vez durante el día o la noche, sin importan dónde o con quién estemos-

Es importante estar a la vanguardia, por lo que el BlackBerry, el IPhone, entre otras, son herramientas útiles, pero no está bien dejar de lado las relaciones interpersonales, que constituyen un aspecto básico en nuestras vidas. Escríbame. Saludos y bendiciones.

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