DIAaDIA realizó un recorrido por este barrio y observamos que los moradores se sienten muy angustiados, ya que algunos no tienen dónde vivir.

Por otra parte, manifestaron que hay personas que se han aprovechado de esta tragedia. Por ejemplo, cuando llegan las pacas de ropa, que son parte de las donaciones de las diferentes instituciones, las personas se pelean por la ropa, ya que todos quieren escoger las mejores. Siempre hay unos que se quedan con lo mejor y no dan chance a los demás.

Todavía en la memoria de los curundueños, se mantiene vivo el recuerdo de aquel fatal día. Jacinto Ayala contó que en el momento del incendio, se encontraba camino a su trabajo en un autobús y, como a eso de las 4:00 a.m de la madrugada, cuando estaba cerca del Mercado, lo llamaron para decirle que su casa se estaba incendiando.

Enseguida se bajó del bus y regresó. Cuando llegó encontró a su esposa con sus hijos afuera y, como estaba sola, no pudo salvar sus pertenencias. Esto no le importó, ya que le agradece a Dios que su familia está con él en estos momentos. Los afectados no olvidan la solidaridad de los panameños, pues han recibido cosas que jamás pensaron tener, pero piden pronta solución al problema de sus viviendas, ya que los niños y los ancianos son los más perjudicados con su actual situación.

MAS AYUDA
Los damnificados recibieron una donación de 215 canapés, por parte de la Embajada de los Estados Unidos.

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