Al sentarse, descubrió que el chofer le había dado un dólar de más en el cambio.

Mientras consideraba qué hacer, pensó: "Ah, olvídalo, es sólo un dólar, ¿quién se va a preocupar por tan poca cantidad?; de todas formas la compañía de autobús recibe mucho de las tarifas y no la echarán de menos. Acéptalo como un regalo de Dios".

Durante todo el camino estuvo meditando sobre qué hacer antes de llegar a su destino, ya había decidido bajarse del autobús sin devolverle el dólar al conductor.

Al llegar a su parada, se detuvo y, pensando de nuevo, decidió darle el dólar al trabajador diciéndole: "Tome, usted me dio este dólar de más".

El conductor, con una sonrisa, le respondió: "Sé que eres el nuevo predicador del pueblo. He pensando regresar a la iglesia y quería ver qué usted haría si yo le daba demasiado cambio".

Se bajó el predicador sacudido por dentro y dijo: "Oh Dios, por poco vendo a Tu Hijo por un dólar".

Nuestras vidas serán la única Biblia que algunos leerán, así que no olvides ser ejemplo en todo lo que haces.

Aunque pienses que nadie ve lo que haces, más si se trata de algo malo, ten siempre presente que hay alguien que está pendiente de todo lo que haces, a Él le debes honestidad y ser ejemplo.

Juan 13: 15: "Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis".