Don Guillermo recordó como si fuera ayer, el día que estaba en las afueras de la Nunciatura Apostólica, durante una contienda política. "Fue un encuentro casual", recordó el candidato, quien estaba repartiendo unas volantes y decidió entrar al carro, porque el ambiente se estaba poniendo caluroso debido a los tiempos políticos que se vivían, y la entonces muy joven Ana Mae se acercó a él y le dijo que no desistiera, y siguiera adelante. Fue después de esto que aquel 10 de junio de 1991 que decidieron unir sus vidas a través de la Iglesia católica y este año cumplirán 20 años de matrimonio.

Endara expresó su admiración por su amada. "Ella es una mujer peleona y luchadora, bien echá pa’lante", narró.

Su hija Marcela vive en California, Estados Unidos. Ella le dio tres nietos, de los cuales el primero, Javier Guillermo, reside en Panamá, y está iniciando la carrera de Derecho para ser abogado, como su abuelo.

DE "CUCHUNGO" A "PICHULO"
No se podía terminar la entrevista sin preguntarle al candidato por qué le decían Pichulo. Este contó que cuando era pequeño, su padre tenía un compañero de trabajo que le decía a su hijo "Cuchungo" y tomó el apodo para llamarlo así.

Endara confesó que no le gustaba y hasta llegó a pelear para que sus compañeros no lo llamaran así, pero fue inevitable. Un día, en una fiesta donde estaba presente la prensa extranjera, un periodista español escuchó a alguien decir el apodo, pero no lo apuntó y confió en su memoria, y al escribir la nota en vez de poner "Cuchungo" escribió "Pichulo". La noticia se reprodujo en Panamá y lo bautizaron con el apodo, el que toma con cariño y aprecio.