En el Cementerio Municipal de Dolega no cabe un muerto más. Se quedó tan pequeño que las autoridades consideran que urge la habilitación de un lugar para ampliarlo. Es una situación sumamente crítica porque la población, sobre todo de adultos mayores, sigue falleciendo y son pocos los espacios que quedan.
Rafael Rivera, alcalde de Dolega, explicó que en el 2005 iban a comprar un terreno que está al lado del cementerio, propiedad del difunto diputado Carlos Alvarado, a un costo de 50 mil dólares, pero el Consejo Municipal no aprobó la propuesta, ahora cuesta 124 mil balboas.
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