Dentro de la precaria vivienda tienen una cama camarote y una cama pequeña, la cual es compartida por Antony de 15 años, Valerio de 13, Karolin de 11, Sherli y Sheila, de siete y cinco años, respectivamente; además de Sherlin de cuatro años, Sara de dos años y Noemí de un mes de nacida.

Cuatro de los niños deben viajar al menos por una hora para llegar a la escuela Victoria D' Spiney, aunque en ocasiones no asisten por diversas razones.

Las condiciones de vida de la familia actualmente son difíciles, luego de que una intensa lluvia inundó la pequeña casa y sufrieran la pérdida de la poca comida con que contaban y varios enseres.

Elvia aseguró que la primera ayuda recibida luego de la lluvia fue de parte de un hermano de la iglesia, el cual reside en el distrito de Capira, a donde viajó su hijo mayor con la ropa húmeda para pedir ayuda. Ahora necesitan medicinas, ropa y comida.

La señora Berrugati contó que anteriormente vivían en la 24 de Diciembre, de donde fueron traídos por la dueña de una finca, ubicada en el corregimiento de El Coco, donde vivieron por 18 meses.

Después de tres meses de no tener un sitio en dónde vivir, lograron conseguir con el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) y el Municipio de La Chorrera un lote en Colinas de Potrero Grande.

Para Jorge Luis Fernández, la situación cada día es más difícil debido a que no consigue trabajo. Durante el tiempo en que vivió en la ciudad se desempeñaba como albañil, aunque ahora está dispuesto a realizar cualquier labor.

Semanas atrás le ofrecieron un trabajo en la provincia de Bocas del Toro, pero lo rechazó por no dejar sola a su familia.

Aunque no todo es oscuridad, el Ministerio de Desarrollo Social, ya entregó algunos colchones y comida el pasado martes, además les está tramitando con el Ministerio de Vivienda (MIVI) los materiales para construir la casa y poder mejorar las condiciones de vida.