"Tuve que conseguir un trabajo honesto para mantener a mis tres hijos de 15, 13 y 10 años", señaló la joven madre.

Joana confesó que uno de sus mayores gastos son los medicamentos y el tratamiento que le debe procurar a uno de sus hijos, que sufre de discapacidad auditiva.

UNA GRAN TRAVESIA
Esta abnegada madre tiene que realizar un gran sacrificio y un largo recorrido cada día, para llegar a su puesto de trabajo.

Joana, quien vive en Caimito de Capira, se levanta a las 4 de la mañana para viajar hacia La Chorrera; ahí va la empresa proveedora de los churros, y después toma un autobús hacia la ciudad de Panamá, a su puesto de trabajo en la vía España.

Diariamente, se gana el 10% de las ventas de los churros, por lo que a veces tiene que quedarse hasta las 6 de la tarde, para vender todo el producto y tener mayor ganancia.

Joana tiene tan sólo dos meses de vender churros en la plaza del Banco Nacional de Panamá de vía España, y manifiesta que hasta ahora le ha ido bien, por la cantidad de personas que transitan ese lugar.

SUS METAS
Su mayor sueño es que sus hijos terminen sus estudios, y terminar su casa, así que anhela conseguir un empleo fijo o tener su propia empresa y ya está luchando por ello.

DELICIOSOS
Cada churro vale 25 centésimos. Son de harina con manjar.