Siempre he dicho que todo, oiganme bien, de todo, hasta de lo malo se aprende. Si te chocaste en tu carro, es hora de comprarse uno nuevo; si te despidieron de tu lugar de trabajo, es el momento de un cambio y de poner en práctica todo lo aprendido en otro lugar; si te dejó el novio, goza de tu soltería al máximo (ya no tienes que llamar a nadie para decirle "beby, voy a casa de fulanita", simplemente sales sola y ya). Como dice el dicho, "si del cielo te caen limones aprende a hacer limonadas". Y este tema lo traigo a la mesa, luego de conversar con una sabia amiga que me contaba sobre una vecina que hacía dulces y que no sabía cómo abrir su campo.
Entonces fue así como utilizó las redes sociales que nos vienen invadiendo desde hace años, y que solo la utilizamos como punto de encuentro, lo que no está mal, pero también pueden ser aprovechadas para darle publicidad a un negocio. Y fue así como esta señora dejó de hacer dulces solamente para su barriada, sino que su clientela se expandió.
Dentro de la conversación, mi sabia amiga dijo que a veces las mujeres son más emprendedoras que los hombres. ¡Ups! (No lo dije yo, que conste). Porque en la calle vemos mujeres que ya manejan taxi, venden verduras y practican la buhonería (funciones que también hace un hombre), y aparte de eso, están aquellas que utilizan su talento para pintar uñas y lo aplican para tener un negocio, también las que hacen trencitas, las que cocinan, en fin, muchos oficios que solo confirman que en Panamá hay mujeres, como se dice, "echa'as pa 'lante". Y ese es mi consejo de hoy, no siempre las cosas nos salen como queremos, mañana podemos estar en un lugar de trabajo y al otro día no, pero que eso sea la fuerza para salir adelante. Hoy podemos estar con nuestra pareja y mañana la relación se dañó, no hay que echarse a llorar, sino aprender y seguir. Saludos y un abrazo.
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