Acertada Moza, te escribo porque estoy confrontando una anomalía que considero delicada con mi esposa. Hemos tenido algunos problemas en el matrimonio, los cuales hemos superado, pero han quedado como lagunas y siento que no han estado claras.
Le he hablado bien clarito a mi esposa para que mejore nuestra situación. Antes nos hacíamos falta el uno al otro; ahora, a pesar de que estoy lejos y que llego a casa los viernes en la tarde y el lunes ya me retiro por toda esa semana, anhelo la llegada al hogar para estar con mi esposa.
Sin embargo, al momento de la relación todo se cae, siento que algo pasa y no logramos la intensidad en el acto sexual.
Moza, inclusive, le he dicho que hablemos claro, porque aunque ella trata de hacer lo mejor, sé que no es la misma y trata de ocultar sus errores. Debería ser todo lo contrario, que ahora por estar menos tiempo juntos nos deseáramos más y ser más intensos, cosa que no sucede.
De mi parte, llevo todas las energías porque no hay ninguna otra mujer en mi camino para decir que sea yo el del problema, pero no me es clara, dame tu consejo.
ALGO PASA
Hola, me alegra que me hayas escrito, sobre todo porque me parece que en tu relación sí hay un problema, y si quieres arreglarlo, debes conversar con tu pareja lo más pronto posible.
A veces, las parejas ocultan cosas que sienten, y se guardan tanto que cuando desean tener relaciones sexuales no pueden, y no necesariamente porque existe otra persona. Por eso, me atrevo a decirte que converses con tu pareja, es más, pídele que vayan juntos a una terapia familiar, porque tal vez en ese lugar logren más que tratando de conversar en casa.
Estoy segura de que así encontrarán la dificultad y pronto podrán ser tan felices como antes.
Te aconsejo que no fuerces a tu pareja a tener relaciones si no puede, pues los traumas seguirán creciendo y, en vez de arreglar las cosas, la situación se empeorará.
De tu trabajo, quiero decirte que no aporta mucho a la relación, y aunque vengas con muchas ganas no significa que ella esté igual.
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