Los Ngöbe Buglé demostraron su hermandad en estas elecciones y decidieron hacer una olla común para que todas las personas que llegaron a votar también almorzaran.
Cocieron unas 400 libras de arroz con frijoles y pollo guisado para alimentar a mil 500 personas. Además, llevaron tres tanques de 60 galones de chicha de maíz nacido para repartir a la gente mientras esperaban el final de estas elecciones.
Sin bandera política, los nativos decidieron organizarse para aliviar las condiciones de pobreza que viven y brindarles a las personas que caminaron desde lejanas distancias la oportunidad de almorzar.
Como la costumbre de estos pueblos es que cada persona lleve sus utensilios para comer, no hacía falta que compraran vaso, cuchara o plato.
Las mujeres llegaron con sus hijos en los brazos porque iban a escoger los nuevos líderes que necesita esta comarca para que los ayuden a salir de la pobreza.
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