La muchacha se llamaba Linda. Ella tenía aproximadamente 17 años de edad, y mintió a sus padres para poder ir con su novio Rodrigo a una discoteca. Unas horas después, los padres de Linda estaban preocupados porque no llegaba, así que decidieron salir a buscarla en su coche.
Linda regresaba con su novio, quien borracho manejaba su auto a toda velocidad. Ella también iba bebida.
De pronto, Rodrigo y Linda sólo vieron unas luces blancas que los deslumbraron, y oyeron un estruendo. Después, todo se volvió negro.
Linda despertó en el hospital. Preguntó a la enfermera: ¿Por qué estoy aquí? La enfermera le contestó: Tuviste un accidente; chocaron con un automóvil. Linda recordó que no iba sola y por eso preguntó: ¿Cómo está mi novio? La enfermera sólo agachó la cabeza.
Linda lloró desconsolada y preguntó por las personas del otro automóvil, ¿cómo están? Murieron, contestó. Linda le comentó a la enfermera: Quiero que me haga un favor, dígale a mis padres que me perdonen por ser una mala hija y también dígale a los familiares de las personas que iban en el otro coche, que me perdonen por ser una persona irresponsable. La enfermera sólo se quedó parada y no dijo una palabra. Segundos después, Linda murió. Un doctor que se encontraba allí, angustiado preguntó: ¿Por qué no hizo lo posible por cumplir la última voluntad de la joven? A lo que ella respondió: Es que las personas que iban en el otro automóvil eran los padres de ella.
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