Delicioso, de eso no hay duda, y además es su sustento. Todo está caro y el sueldo de una sola persona no da para tanto, explicó a DIAaDIA la vendedora María de Moreno, oriunda de la provincia de Veraguas, y quien desde hace más de dos años encontró en la venta de pollos asados una forma de generar dinero.
Con su esposo desempleado y su hija de 15 años en el colegio, María ha comprendido que debe sostener a su familia "hasta que las cosas mejoren y él consiga un empleo", asegura la señora.
Aunque confiesa que resulta algo caro comprar los pollos, reitera que debe hacerlo, porque por muy poco que este negocio le retribuya, es una forma honrada de ganarse el pan.
"No todos los días son iguales, a veces puedo ganarme hasta 20 dólares por fin de semana, como también he ganado sólo B
.10.00; pero no dejo de hacerlo, porque al final de cuentas este trabajo me ha ayudado bastante", dijo mientras revolvía sus pollos en la parrilla.
Al principio intentó vender su producto todos los días, pero asegura que "desgraciadamente todos los días no son iguales", y por eso optó por hacerlo solamente los fines de semana, cuando se aglomera gran cantidad de personas para ver los juegos de fútbol.
María se traslada desde Felipillo todos los fines de semana desde muy temprano, y coloca su puesto de venta al frente de la casa de sus padres, a quienes agradece el apoyo que le han brindado.
"Cuando quedé desempleada mi familia me ayudó bastante, incluso me han facilitado el terreno donde tengo mi venta", manifestó la comerciante, agradecida con su familia.
Mucha variedad. El exquisito pollo de María viene acompañado de papas fritas, yuca o ensalada, y su precio puede variar, dependiendo de la cantidad que el cliente desee. Sin lugar a dudas, la pueden encontrar desde las 7 de la mañana todos los fines de semana, frente al cuadro de juego de Chivo-Chivo.
SUS SUEÑOS
El deseo de María es ver titulada a su hija, porque asegura que lo único que puede dejarle son los estudios.
|