Bajo el ardiente sol o las fuertes lluvias, el señor Felipe Antonio Delgado Araúz, de 49 años, se tira a la calle a vender toallitas en la vía Transítmica, a la altura del semáforo ubicado en la entrada de El Ingenio en Betania.

Don Felipe se inició en estas lides hace más de 15 años, en el sector de El Parador en Pedregal.

Con la construcción del paso elevado vehicular, estuvo en varios puntos de la capital hasta que se ha establecido en este semáforo, donde a diario lo vemos esperar a que llegue la luz roja para mostrar su producto a los conductores de los autos que se detienen.

Es consciente de que no es una tarea fácil estar desde las 8 de la mañana vendiendo toallitas hasta entrada la tarde, pues a eso de las 5 p.m. se va a su casa.

No obstante, es el único empleo que puede aspirar como pobre que es, ya que no le dan un trabajo, a pesar de estar en busca hace años.

Su humildad y creencia en Dios lo hacen salir adelante, pues siempre se muestra agradecido con el Señor, que le da fuerzas para mantenerse.

Tiene un hijo que está criando, el cual mantiene con lo poco que se gana y, además, le costea la educación. Mostró su preocupación por la situación de colegas y amigos suyos, que tienen sus puestos de buhonerías fijos y ahora, según contó, la Alcaldía de Panamá los está desalojando.

"Mi mensaje para el Alcalde es que tome conciencia de lo que hacen muchos corregidores, que lo que hacen es quitarle el pan de cada día al pobre y ese es nuestro único sustento", dijo Felipe.

ALGO MEJOR
Don Felipe aspira a reunir una "platita", para establecer un mejor negocio y mantener a su familia.