Su animal preferido es el perro, por su lealtad.

Él se describe como una persona feliz, contenta con su trabajo "y afortunado porque me paguen muy bien por hacer lo que me gusta".

Hace 30 años escogió ser pintor a tiempo completo. Aunque la pintura entró en su vida a la par que el abc.

Sí, desde niño Carlos Cadavid supo cuál era su vocación.

Luego de observar sus cuadros, verlo firmar autógrafos y preguntarle sobre su arte, su familia, sus aficiones y preferencias, nos dice que gracias a Dios que su hijo Francisco, de 23 años, no decidió seguirle los pasos.

Le preguntamos que por qué bendice esa decisión, si a él le ha ido tan bien como pintor y sigue siendo pintor.

"Porque la del pintor es una vida muy dura", contesta y agrega que, "además, lo único que sé hacer es pintar".

Y ¡vaya si sus cuadros se venden bien! que entre compromisos, encargos y partos pictóricos se le van los días, meses y años.

Vive en Florida, Estados Unidos, con su esposa, Luisa Fernanda.

Quisiera poder disponer de más tiempo para viajar tanto como le apasiona hacerlo. Aunque bastante mundo y camino recorrido lleva, pues sus cuadros, en los que la figura femenina y las telas siempre están presentes, se han vendido y exhibido en Estados Unidos, Venezuela, República Dominicana, Chile, Puerto Rico, Colombia, Canadá, Alemania, Bélgica, Polonia, Inglaterra, España y Dinamarca.

Ahora, otra vez, exhibe en Panamá en esta ocasión su muestra "Entretelas", en Imagen Galería.

Gustaba de pintar la figura humana y un día se percató de la belleza de las telas y vestidos de las damas y fue cuando decidió que las telas merecían mayor protagonismo en sus cuadros.

De una tela de algodón con su imaginación y talento saca paños, mantos o cualquier otra textura.

La gente le gusta las cosas mínimas, opina y las complace con su arte que es muy solicitado.

Para el pintor, ser feliz es respetar a los demás, es gozar de salud física y espiritual. Le encanta la gente alegre, aquellas personas a las que le guste el arte y sean buenas conversadoras.

Ante una situación hipotética de estar solo en una isla y poder llevar consigo (aparte de pincel, lienzo y la paleta de colores) sólo cuatro cosas adicionales estas serían un buen libro, una buena compañía, un buen vino y un perro.

A quienes quieren iniciarse como pintores les aconseja disciplina, tener talento para pintar y gusto por la pintura y cuero duro para aguantar.