Ahora leen y escriben. Sus malformaciones no fueron impedimento para que aprendieran. Yadira Samaniego es una chepana de pura cepa, como todos los de su pueblo, una luchadora. Ella dice sentirse desamparada, según explica su madre, sin embargo, convertirse en una letrada es una de las mayores emociones que ha tenido en su vida. Su sonrisa nunca se aparta de su rostro y con su entusiasmo lo logró.
Yadira fue uno de los 503 graduandos del programa de alfabetización, dirigido por el MIDES en Chepo. En el sector Este de la provincia de Panamá muchos fueron los indígenas beneficiados, en su mayoría, emberá y kunas. También se dieron casos en los que hijas enseñaron a sus madres, como fue el de Hexinia Barría, quien fue la facilitadora de su mamá Francisca, de 72 años, que se convirtió en la oradora de la graduación.
EL OTRO BRAZO
Algo muy peculiar de este programa es que necesita de un equipo. Los iletrados y los voluntarios son los que se encargan durante dos horas diarias, durante siete semanas, a desarrollar el programa "Yo sí puedo", que permite aprender a leer y a escribir.
En Chepo hay una tónica y es que la mayoría de los voluntarios son jóvenes procedentes de colegios como el Primer Ciclo de Tortí, Venancio Fenosa Pascual y del C.E.B.G Clímaco Delgado en Cañita. En total participan 48 voluntarios.
Los ahora letrados son de comunidades como Chimán, Cañita, Santa Cruz de Chinina, Chepo Cabecera, Río Hondo, Las Margaritas y más.
LA OPORTUNIDAD
Esta fue la primera graduación en el distrito de Chepo. En las aulas hay unas 500 personas más, que serán la segunda promoción.
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