Y después se dice que eso sólo se da en las bajas clases. Amigos, Inglaterra está aterrada con las últimas cocoas de su familia real. Ahora es el príncipe Carlos y su esposa Camila.
Según el periódico británico "The Daily Mirror", la felicidad que demuestra la pareja real se debe a que ambos se "batean", o sea que fuman marihuana, y nada más y nada menos que en las instalaciones del palacio. Según el medio citado, "Chas y Cam", como son nombrados Carlos y Camila con ironía, están consumiendo un tipo de marihuana muy poderosa (skunk), que los hace mostrarse alegres, riendo constantemente a pura carcajada. Allegados a la pareja comentaron que desde que se casaron el 9 de abril en Windsor "algo extraño sucedió, una transformación tan extraordinaria que muchos se preguntan qué es lo que les está pasando". ¿Podría ser que detrás de las bambalinas del palacio ellos están fumando "skunk", que los hace delirar? ¡Jooo!, con razón el príncipe Harry hace de las suyas. ¡Qué feo!
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