Rachel y Daniel Piterson, los dos hermanos que llevan sobre sus hombros la responsabilidad de la producción y mercadeo del café que produce la Hacienda La Esmeralda en Jaramillo y Palmira, dos comunidades del distrito de Boquete, no podían creer lo que sus ojos vieron en horas de la mañana de ayer.

Cuando el café comenzó a sobrepasar los 130 dólares, que fue el último récord que impuso esta misma Hacienda hace algunos años, en una subasta electrónica, los productores comenzaron aplaudir al ver cómo el café de Panamá iba imponiendo un nuevo récord mundial.

Ricardo Koiner, presidente de la Asociación de Cafés Especiales de Panamá, dijo que es lo más extraordinario que han visto sus ojos en la caficultura mundial, donde un café alcanza un precio tan alto.

Se trató de un lote de 400 libras que puso a la venta esta Hacienda, como lo mejor de su producción, cosechada por manos de indígenas que recibieron tres veces más, el precio que le pagan por lata los caficultores a sus cosecheros.

El Geisha, que se cultiva a unos mil 700 metros de altura sobre el nivel del mar, fue el preferido para los japoneses, luego que Saza Coffe comprara estos cuatro quintales que representaron unos 68 mil 80 dólares, que ahora reposan bajo estrictas medidas de seguridad en el territorio panameño.