Todo no quedó allí, ya que por sorpresa en la decimanovena entrada, como todo un guerrero, se quitó los arreos y el guantón para buscar una manilla y ubicarse en la tercera almohadilla. De las seis horas y once minutos que duró el encuentro, el orgullo de Boquerón estuvo detrás del plato un poco más de cinco horas.

Además, se dio el lujo de correr un elevado atrás de la tercera base, como si fuera la primera entrada, mostrando su plenitud física.

"Calicho", después de tremenda maratón, regresó ayer, junto a sus compañeros, a otro encuentro, donde se encontraban tomando café y mostrando sus rostros asueñados.

"No pude dormir mucho", dijo Ruiz sonriendo, en una entrevista en la página MLB.com, quien bateó en el encuentro de 7-1 y con una carrera anotada, y ayer tuvo descanso.

Con semejante exigencia, se encontró sorprendido por lo bien que se había recuperado de la noche anterior.

"Me siento muy bien. Estoy sorprendido con lo que siento. Fue muy divertido. Nos llevamos el triunfo", agregó ayer el máscara durante el partido en que los Filis le volvieron a ganar a los Rojos, esta vez 10-4.

Ruiz tiene promedio en esta temporada de .247, con dos jonrones y 10 empujadas, en 34 partidos.