Jorge es un joven emprendedor, que a pesar de tener un impedimento físico, ya que le faltan los dedos de las manos y de los pies, ha sabido hacer su trabajo muy bien y vivir su vida al máximo.

Para él no hay imposibles, pues su faena empieza desde las 4 de la mañana, viajando del distrito de Capira hacia su trabajo en Los Andes, que consiste en la rotulación; es decir, arreglar plantillas para la confección de letreros en acrílico, neón y metal. Tiene siete años de laborar en el Taller Manuel Ríos y se siente feliz, ya que le gusta su trabajo y sus compañeros le brindan todo el apoyo que necesita.

"Desde pequeño me gustaba el dibujo y la pintura. Cuando estaba en la escuela le hacía los dibujos a mis compañeros y les ayudaba en sus tareas. Siempre me ha gustado brindar mi ayuda a los demás a pesar de mi impedimento físico", afirmó.

La vida para Jorge no ha sido fácil: "He tenido muchas dificultades para continuar en la vida y le doy gracias a las personas y amistades que me aprecian y me aceptan como soy, además, por la oportunidad que me han dado en el mercado laboral".

Le da mil gracias a Dios por todo lo que tiene y por guiarlo en el camino del bien, ya que asiste a una iglesia evangélica donde es pastor de jóvenes y maestro de escuela dominical en Ollas Arriba de Capira.

Desea formar una familia, terminar su casa que con mucho esfuerzo ha construido para terminar de ser feliz.

FUTURO
Desea obtener como un profesional su título universitario en la carrera de Publicidad.