Después de un grandiosa boda, llega el momento de estar en el hogar y planificar todos los gastos que la nueva vida va a acarrear. Una de las primeras preguntas que se hacen los recién casados es ¿quién paga qué? Para solucionar este dilema, lo mejor es seguir estos consejos:
SE RECOMIENDA QUE:
Antes de casarse, hable abiertamente sobre el tema de los gastos con su pareja, para evitar las tediosas discusiones posteriores. Y es que, mientras más conversen de él, menos problemas tendrán en el futuro, no olviden que "cuentas claras conservan hasta el matrimonio".
En caso de que sólo uno de los dos trabaje o que uno gane más que el otro, deben encontrar el punto de equilibrio para administrar el dinero.
PRESUPUESTO
Para tener las cuentas claras y no verse con la soga al cuello por falta de un presupuesto ordenado, se aconseja que contemplen los siguientes cuatro puntos básicos:
Costos fijos: como el arriendo, las cuentas, el supermercado y otros.
Presupuesto para el ocio o la diversión.
Presupuesto para el 'yo', así cada uno podrá comprar cosas personales y pagar sus pasatiempos.
Costos variables: deben estar preparados para enfrentar un imprevisto.
Es recomendable que apenas tengan la capacidad, empiecen a ahorrar el 10% de los sueldos que les podrá servir en el futuro para comprarse un bien o simplemente, estar más tranquilos.
Uno de los temas que más trae problemas en el hogar son los gastos, pero estamos seguros de que si toma en cuenta nuestros pequeños tips, la convivencia matrimonial será mucho más armoniosa.