Según los propios afectados, a eso de las 8: 00 p.m. del pasado viernes, el altillo de la vieja casona colapsó precipitadamente, dando la alerta a los residentes, quienes evacuaron rápidamente la infraestructura.

Las 56 personas que habitaban la barraca quedaron a la intemperie, puesto que inmediatamente el Ministerio de Vivienda (MIVI) procedió a condenar la casa, prohibiendo la entrada a cualquier persona, por temor a que ocurriera algo mayor.

Niños, jóvenes, mujeres, hombres y ancianos de humilde condición social han sido reubicados en las "estancias" que el MIVI ha adecuado para estos casos y en pensiones cercanas al lugar.

La adecuación de infraestructuras abandonadas es otra medida que esta entidad ha tomado para reubicar momentáneamente a algunos afectados por el desplome del inmueble.

Según Lexaida Ramírez, jefa de Traslado, Reubicación y Acción Comunitaria, la estancia de estas personas será momentánea, hasta que la institución realice la evaluación pertinente y considere cuál vivienda es la más adecuada, según la solvencia económica de los damnificados.

SUERTE
A pesar de que el colapso del techo fue en horas de la noche, no se registraron heridos ni víctimas fatales.