El luto llegó a Nelson Mandela, y por ende a su país que lo quiere entrañablemente. El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y el del Comité Organizador del Mundial 2010, Irvin Khoza, justificaron la ausencia del anciano líder, por la muerte de su bisnieta. Luego vinieron los himnos, y 90' de emoción, en los que el encuentro inaugural acabó con un 1-1.

Ocho mil fanáticos aztecas, se perdieron en el tamaño del Estadio "Soccer City". Un concierto de vuvuzelas que duró el partido entero, y crujieron con el estadio, al sobrepasar los decibeles, fue lo que se vivió en el partido México-Sudáfrica.

Los primeros 37' fueron por entero de México, con el juvenil Giovanni dos Santos, del Galatasaray turco, y el argentino nacionalizado Guillermo Franco (del West Ham inglés), que se encargaron de llevar el peligro hasta el buen guardarredes Itumeleng Khune.

En los últimos minutos del primer tiempo, creció Sudáfrica, obligando a la defensa norteamericana a ceder cuatro tiros de esquina.

Tras el descanso, todo cambió. A los 55´, un desborde sobre el sector izquierdo, hace que Tshabalala saque de sus recintos interiores, un inatrapable disparo de pierna zurda, para hacer del primer gol del M'2010, una pieza de orfebrería. Pero... A los 79', un pase de larga distancia de Andrés Guardado, sorprende a contrapié a la defensa local, y Rafa Márquez, sin marca a la vista, remata de pierna derecha, y el equilibrio llega: 1-1. Por lo realizado en la cancha, fue un empate justo. El árbitro de Uzbekistán, Ravshan Irmatov, cumplió en forma correcta, su difícil misión.