Con una formidable línea de atacantes, Argentina, que ayer debutó en Sudáfrica 2010 ante Nigeria, 1-0, necesitaba el fulgor que sus estrellas esta vez le negaron: Messi, Tévez, Higuaín.
Además, Maradona tiene un plan "B", en otra línea de delanteros por si las moscas... Agüero, Milito, Palermo.
De los que el técnico empleó para la titularidad, Messi fue el jugador más brillante del plantel rioplatense, pese a que, en el reiterado duelo con Vincent Enyeama, fue amplio ganador el guardarredes nigeriano.
Tévez tuvo que jugar más atrás de lo que es su puesto habitual, para servir con el armado de los ataques argentinos, junto al veterano Verón, mientras le alcanzaron las fuerzas. El tercero en discordia, Higuaín, no estuvo en su tarde.
Los once hombres que saltaron al terreno del "Ellis Park" son, a nuestro entender, los mejores de que Maradona dispone. Un portero, Sergio Romero, que lucha contra la sombra de grandes que ocuparon su puesto (Amadeo Carrizo, Roma, Fillol, Pumpido), y cuatro de retaguardia, que son sencillamente regulares. De la cabeza de uno de ellos, Heinze, surgió, en audaz zambullida, el gol que dio a los albicelestes la victoria.
El más difícil adversario, ya pasó. Ahora, Corea del Sur y Grecia le darán a Argentina la tranquilidad que le hará avanzar a los octavos de final.
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