Hola Moza, mi nombre es Margarita y te escribo porque tengo un dolor en el alma, y creo que ni la muerte lo podrá borrar.Te cuento que tengo una hija, y aunque no la engendré, creo que es más mía que de la mujer que la trajo al mundo. Hoy, ese sentimiento es igual, pero parece que ella no siente lo mismo, pues ahora me reclama todos los días, porque no le confieso el secreto de quién es su madre.Ha llegado a decirme que está convencida de que yo me la robé, y por eso no quiero decirle la verdad. Últimamente se comporta muy mal conmigo, me grita, me insulta y hasta me levantó la mano. Creo que ya no me quiere como antes. Además, ahora se casó con un chico que no me convence, pues todos por la casa dicen que es un ladrón y vendedor de droga. Me parece increíble: mi hija se está destruyendo la vida en segundos. Eramos tan felices juntas. Dime, qué puedo hacer, es muy triste todo lo que me pasa. Ayúdame, por favor, Moza. Chao, Margarita.
CALMATE Y AYUDALA
Hola Margarita, es muy triste lo que me cuentas; me parece increíble que estés viviendo una situación como esta. Creo que tu hija se ha dejado influenciar por lo que la gente le ha dicho, pero tal vez su actitud pueda cambiar.
Me parece que ella está en el derecho de saber quién es su madre y creo que no debes negarte a decirle la verdad. Si tú sabes que no te la has robado, entonces por qué escondes sus orígenes. A estas alturas, no creo que ella se aleje de ti por lo que le confieses; si ya ves que la actitud e influencia de un hombre pueden más que tu amor o una duda.
Te aconsejo que vuelvas a conversar con ella y que lleguen a un acuerdo, sé que te ama y ahora mismo lo que está es confundida, porque su vida toma nuevos rumbos. Eso sí, me parece que no debes permitir que te insulte ni te ofenda, pues ella tiene y debe guardarte respeto, porque tú le has dado todo, a pesar de que no la engendraste.
Tranquilízate y vuelve a conversar con ella. Te deseo lo mejor del mundo. ¡Suerte!
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