La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente mexicana (Profepa) trasladó a 509 animales retenidos en el aeropuerto capitalino a un centro de conservación de la vida silvestre. Los reptiles, anfibios y arácnidos llegaron procedentes de Suramérica y, a pesar de contar con un destinatario en México, éste no se presentó a recogerlos.