Qué tal Moza, Mocita, te escribe "Draggo". Desde hace rato tenía ese deseo de escribirte, pues me gustan los consejos que das por lo acertados que son.
Lo que me pasó recientemente me tiene muy preocupado; es más, no sé ni dónde meter la cara porque creo que todo me cae a mí, creo que mi conciencia no aguanta más.
Bien Moza, hace años terminé con la que fue mi novia, por suerte quedamos siendo buenos amigos.
Yo prometí que no la volvería a presionar, porque yo quedé encantado con ella. Hace poco nos volvimos a ver en una fiesta familiar en casa de mi hermano e, inesperadamente, ella también fue invitada. Pasamos toda la noche pretty con los pasieros. Ya en horas de la madrugada, estábamos un poco pasados de tragos y nos habilitaron las habitaciones.
Imagínate que yo quedé en la misma que ella y sucedió algo que no tenía previsto. De repente, salieron chispas que incendiaron aquella habitación. Yo empecé a insinuarme, no la presioné, mas ella no puso resistencia. Pasó lo que pasó y, bueno, lo disfruté, pero ahora tengo un sentimiento como de culpa porque no sé si traicioné su confianza o si me va a apartar de su círculo de amistades.
Al amanecer de ese día, yo me retiré y no cruzamos palabra alguna. No me atrevo ni a llamarle, pues temo una mala reacción. ¿Tú qué me dices de esto?
Saludos a ti, chao.
DALE LA CARA
Hola Draggo, me alegra que me escribas, sobre todo porque creo que has hecho algo mal: no haberle dado la cara a esa chica desde lo que sucedió.
Mira, para una mujer es muy difícil afrontar algo, pues en la mayoría de los casos ellas suelen creer que fueron usadas, si no existe una llamada o algo. No puedo creer que hayas actuado así, pero eso no importa, sino lo que hagas para enmendar la situación.
Creo que debes ir adonde vive, no llamarla, y hablar con ella de lo que pasó. No pidas perdón, pero sí explícale lo que sentiste, no le huyas más, eso le puede pasar a muchos. Tú no sabes lo que pueda suceder ahora. Piénsalo. ¡Suerte!
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