La triste y prematura eliminación de Panamá en la IX edición de la Copa Oro, tras quedar como segunda en la pasada competencia de la CONCACAF, cayó como un balde de agua fría para los miles de panameños que, a un día antes de celebrarse el Día del Padre, mantenían aún vivas las esperanzas de conquistar la codiciada copa.
Hoy, domingo 17 de junio, fecha en que los panameños le rendimos tributo a ese ser tan importante en nuestras vidas, he decidido hacer un alto en mi columna para felicitar a esos seres abnegados que siempre han sabido cumplir con responsabilidad el compromiso de ser padres.
He aquí que este espacio sea entonces el propicio para enviarle un fraternal saludo a todos los papás panameños, a mis hermanos, a mis compañeros de labores, a mis amigos y conocidos, pero muy en especial a ese hermoso y adorado ser que no sólo ayudó a mi mamá a darme la vida, sino que además fue capaz de hacer frente a todas las adversidades para formar personas de bien como lo hizo conmigo y mis hermanos.
Hasta David, Chiriquí, le mando un beso y un fuerte abrazo a mi querido padre Sixto Cádiz. Gracias por tu incondicional cariño.
TE AMO PAPÁ.
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